El 11-M no se le olvidará con facilidad a Jean Chalvidant, profesor del Instituto de Criminología de París especializado en terrorismo internacional. No sólo porque lleva más de cuarenta años vinculado a España y sintió los terribles atentados como un español cualquiera, sino porque durante casi 48 horas no salió de los platós de las nueve cadenas de televisión francesas y de los estudios de multitud de emisoras de radio.

Aquel día todos querían saber su opinión, porque es el máximo especialista en Francia sobre la ETA. Su libro ETA. L´enquête, para el cual trabó contacto con varios miembros de la banda, es el único que se ha publicado al respecto en el país galo. La versión española llegará tras el verano, de la mano de editorial Jaguar.

Nadie pensó que no fuera ETA la responsable del 11-M

"Como todos, yo apunté con el dedo a ETA. Y como todo el mundo, me equivoqué", declaró Chalvidant ayer en Madrid. Fue durante la rueda de prensa de presentación de su libro 11-M. La manipulación, que acaba de poner en circulación la citada Jaguar con una envidiable rapidez de respuesta y actualización de los datos recogidos en el texto. Le introdujeron ante los medios presentes el editor, Javier Rodríguez, y la coordinadora editorial, Marisa López de Pariza. Felicidades por el empeño llevado a buen puerto.
"La pista de ETA era creíble", sentenció el investigador galo, quien cita media docena de hechos que parecían preparar o apuntar a la tragedia de aquel jueves: el intento de voladura de la Torre Picasso de la capital madrileña, la furgoneta bomba que la banda pensaba introducir en el ferry Valencia-Ibiza, la camioneta interceptada en Cuenca, etc. "¿Para qué hacen falta cientos de kilos de explosivos, si no es para cometer un atentado de masas?", se pregunta Chalvidant.

Por consiguiente, en su opinión el Gobierno de José María Aznar no engañó a los españoles, aunque considera que se equivocó al lanzar ante los medios de comunicación a los ministros portavoz (Eduardo Zaplana) y de Interior (Ángel Acebes): "Acebes no lo hizo tan mal, pero politizó el asunto. Hubiera sido preferible poner ante las cámaras a los altos cargos de la policía. Al Gobierno le faltó distancia".

Las fuentes policiales con las que trabaja Chalvidant le dijeron que la politización de aquellas 72 horas les había impedido "investigar de manera serena" los hechos.

Historia de una manipulación.

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